Si durante nuestro tiempo en el trabajo o en la oficina estamos acostumbrados a evitar con precaución y medidas que nos entren plagas en el ordenador o a contratar a empresas especialistas en eliminar este malware de nuestros aparatos como puede ser Novored, una de las líderes en España, ¿por qué no prestarle en nuestro tiempo de ocio un poco de atención a esa pequeña huerta del pueblo para eliminar allí también las plagas y bichos, pero los de verdad? Es más, posiblemente para la salud sea mucho mejor que lo hagamos en la naturaleza, porque no es lo mismo tener que resetear un ordenador o perder alguna información que comer verduras o frutas en mal estado porque no nos hemos dado cuenta de que tenían algún bicho…
Pues bien, como la salud es lo primero, y el campo o la naturaleza deben estar dentro de nuestras prioridades, vamos a daros unos pequeños consejos para que podáis tener vuestros cultivos limpios de plagas y comáis lo recolectado con la mayor seguridad y tranquilidad del mundo.
Consejos
Uno de los primeros consejos es que en lugar de curar, por así decirlo, prevengáis. Y es que tampoco es gustoso llenar la huerta de pesticidas u otro tipo de productos no naturales que en el fondo tampoco son especialmente recomendables, por eso conviene directamente no tener que llegar a usarlos. Uno de los trucos para ello es poner en nuestra huerta algunas plantas que repelen a los bichos y plagas, como pueden ser el romero, la menta, la albahaca o la lavanda. Esto es algo que hacemos también en casa cuando en lugar de echar el spray contra moscas y mosquitos encendemos una vela con este olor para evitar que vengan. En ambos casos intentamos crear una barrera para directamente evitar encontrarnos con ellos.
Otra forma de ser precavidos en este sentido es usar las cenizas de la madera. Espolvoreadas alrededor de los tallos de las plantas las hará mucho más resistentes a los ataques. Dicho así parece que estamos pidiendo algo raro, pero normalmente donde hay una pequeña huerta también habrá un pedacito de jardín donde hagamos barbacoas o una casita con chimenea de la que poder recoger estas cenizas. De esta forma estamos también reciclando, y en lugar de limpiarlas y echarlas a la basura simplemente las dejamos por la tierra de nuestra plantación.
Si por ejemplo lo que invade nuestra plantación son los caracoles, por muy graciosos y bonitos que nos resulten para ver, debemos evitarlos, ya que van a ir a comerse las hojas de verduras como la lechuga, entre otras. Un remedio muy sencillo es enterrar al ras casa una lata de refresco pero rellenándola de cerveza.
Las ratas y topos son también otra de las plagas que además de estropear los cultivos más desagradables resultan a la vista. Aquí tenemos diferentes formas de acabar con ellos. En las ferreterías y espacios de jardinería encontraréis un variado surtido. Nosotros nos decantamos por las trampas, es decir, por esos tubos con una puerta que se abre para entrar pero no para salir. Y una de las maneras para hacer de estas trampas que sean más efectivas es colocar dentro de ellas un pedacito de queso como cebo para que les llame el olor. También encontraréis bolsitas con veneno y otro tipo de herramientas, pero nosotros nos decantamos por esta por ser menos dañina para el terreno.
Por su parte, las hormigas cortadoras se combaten colocando arroz sin pulir (medio grano) en las áreas donde están dañando las plantas.
Por último, para luchar contra los pulgones, que son una de las plagas más comunes en las huertas de nuestro país, debemos juntar 25 gramos de jabón blanco y junto con un litro de agua. Con todo esto, debemos hervir el jabón en el agua hasta diluirlo. Luego lo mezclaremos enérgicamente hasta lograr una emulsión cremosa. Asimismo, también puede usarse una solución de tabaco (60 gramos de hojas de tabaco en un litro de agua y 10 gramos de jabón blanco, pulverizando y diluyéndolo en cuatro litros de agua) y una mezcla de alcohol y ajo propia para las plantas con ácaros (se ponen en una licuadora cuatro o cinco dientes de ajo y medio litro de alcohol fino y medio litro de agua, después se licua la mezcla durante tres minutos y se cuela posteriormente; el frasco se guarda tapado en frío y se pulveriza la parte que no está enterrada de la planta).