Las mudanzas compartidas son lo nuevo en el mercado y han resultado ser de lo más convenientes. Estas consisten en juntar a varios clientes que están interesados en realizar una mudanza sobre las mismas fechas y lugar de origen y destino, de forma que compartan servicio y gastos, reduciendo los costos para clientes y empresa.
La idea nació ya que las empresas de mudanzas veían salir a sus camiones cargados tan solo al 15%, lo cual pensaban que no era rentable ni para ellos como servicio ni para el bolsillo de sus clientes. Pero ahora, con esta nueva idea ambas partes se ven favorecidas, pues tanto clientes como empresas reducen en gastos.
Por esta y otras razones, muchos son los usuarios que empiezan a valorar este nuevo estilo de mudanzas, ya que si lo que quieren es mudarse a otra ciudad y recibir en su nueva casa algunos muebles que tenían en algún guardamuebles, trastero o bien en otra vivienda, esta es una opción mucho más conveniente a nivel económico.
Así que si eres nuevo con el concepto y te gustaría saber más sobre este nuevo tipo de mudanzas, te explicamos todo lo que debes saber para unirte a esta tendencia.
¿Por qué utilizar la mudanza compartida?
Contratar un servicio de mudanza individual suele significar un gasto elevado, sobre todo ahora que podemos compararla con los costos de la alternativa de mudanza compartida. Y es que si la mudanza es de una ciudad a otra, si es una mudanza internacional a otro país, o si sucede como en la mayoría de los casos que solo se llena el 15% del camión, el gasto en la mudanza será muy considerable.
Sucede que las empresas de transporte estipulan una tarifa promedio por el servicio de traslado entre un lugar y otro, sin importar el volumen de la carga. Además, estas utilizan un medio de traslado específico para cada una de sus rutas de despacho; para que pueda ser rentable su modelo de negocio utilizan camionetas o camiones para sus entregas cercanas y contenedores para sus entregas de larga distancia. Por tal motivo, si una mudanza no representa una carga considerable, tendría que igual pagar el total de todos estos gastos por llevar la mitad del contenedor vacío, mientras que si se opta por la mudanza compartida o “grupaje”, se comparte el espacio y el precio.
Tipos de mudanza compartida
Hoy en día podemos distinguir dos tipos de mudanzas compartidas según su modalidad, las esporádicas y las periódicas. Mientras que en las primeras se provechan los viajes para realizar cargas y descargas según la demanda, en las segundas lo que se hace es que se establecen rutas fijas en las que las empresas cargan y descargan cada cierto número de días y realizan rutas a ciudades previamente escogidas.
Además, dependiendo del transporte empleado, también las podemos dividir en mudanzas compartidas terrestres y marítimas:
Mudanza compartida terrestre
De los medios de transporte para mudanzas, la furgoneta es el más utilizado, tanto para traslados nacionales como internacionales, en la mayoría de los territorios continentales de la Unión Europea.
Como veníamos explicando, el servicio de grupaje efectuado por esta vía permite trasladar las posesiones de dos o más personas en la misma caja del camión, distribuyendo de forma proporcional al volumen de mudanza de cada usuario y el gasto.
Al contratar esta modalidad de transporte, accedes a recibir tus cosas en la fecha que sea más conveniente para la empresa de mudanza, ya que el transporte no partirá rumbo a su destino hasta que se haya completado su máxima capacidad de carga.
Esta tardanza se debe a que después de emprender la marcha, el tiempo transcurrido dependerá de la cantidad de ciudades en las que tiene que hacer escala antes de la tuya y del lugar que ocupes en la lista de entregas. Sin embargo, la espera de seguro no será ningún problema si piensas que te beneficiarás de un ahorro de hasta 50 %.
Mudanza compartida marítima
Esta es la opción de los que se mudan desde España hasta un destino más allá del espacio Schengen; la cual implica que tus bienes viajen junto a los de otras personas, en el interior de un contenedor, en una embarcación.
Al contratar este servicio, podrás elegir entre dos formas de compartir las cargas: que el contenedor se llene exclusivamente con las posesiones de los clientes de un transportista o, que pueda llenarse con las de diferentes compañías. Por supuesto, la segunda opción permite que se alcance más pronto la capacidad máxima y tus cosas puedan zarpar del puerto de origen, aunque debes tomar en cuenta que es más costosa que la primera. Esto porque necesitaría de la intervención de un tercero que gestione las mudanzas de las distintas empresas.
Otro factor a tomar en cuenta es que las embarcaciones son, de por sí, el medio de transporte más lento que hay; pudiendo pasar semanas o más de un mes en terminar su trayecto. A esto habría que sumarle el tiempo que hay que esperar para que se complete el espacio disponible en el contenedor. Incluso, si el barco hará escalas en puertos intermedios, esta situación podría repetirse varias veces en cada uno.
Tampoco olvides que tendrás que tomar en cuenta también los tiempos de los otros transportes involucrados en la mudanza. Recuerda que este tipo de servicio requiere de la combinación de transporte terrestre y marítimo. Se requiere una furgoneta para llevarse tus bienes desde tu hogar actual hasta el puerto de origen y desde el puerto de destino hasta tu nueva vivienda. Así que finalmente, esta termina siendo una opción tan lenta, que lo mejor es que la consideres solo si no tienes prisa por recibir tus pertenencias.
Ventajas de las mudanzas compartidas
Como ya dijimos, las mudanzas compartidas son efectivas para abaratar el coste del transporte. La empresa de mudanzas entrega tus pertenencias plenamente identificadas en los almacenes de las empresas de transporte, para que las trasladen en conjunto con otras cargas que comparten un destino cercano o similar; permitiendo un ahorro entre el 20 % y un 70 % de lo que costaría realizar la mudanza individual. De hecho, si el volumen de tu carga es pequeño tu costo se reducirá aún más, llegando a ser uno de los más baratos que puedas obtener.
Por otro lado, en los casos donde el volumen de la carga es grande, el coste será proporcional al espacio que ocupen dentro del medio de transporte, lo que igual resultará en una factura más económica que pagando por el trasporte entero.
El único problema que puede surgir es que, como dijimos anteriormente, tengas que adaptarte a la fecha que elija la empresa de mudanzas. Sin embargo, siempre intentan ajustarse lo máximo posible a las necesidades del cliente.
Presupuesto de una mudanza compartida
Lo primero que hay que hacer es contactar con la empresa de mudanzas internacional para que nos faciliten un presupuesto orientativo, con todas las cláusulas que incluye y en el que, principalmente, se tendrá en cuenta el país de origen y el destino final, junto con el inventario de las cosas a trasladar.
Eso sí, tienes que tener muy en claro que siempre hay ciertos costes en destino que no se pueden saber hasta que el envío llegue a puerto, por ejemplo el thc, fees, etc, ya que dependen de la compañía naviera y de los días que se tarde en realizar el despacho de aduana, por lo tanto es muy difícil cotizarlos y conocerlos de antemano. Al igual que no se incluyen gastos generados por inspecciones, revisiones, huelgas, demoras por falta de documentación, malos accesos en destino, almacenajes no contratados previamente, segundas entregas, acarreos, trasbordos por malos accesos, etc. Por lo mismo, es muy importante conocer las inclusiones y exclusiones del servicio para poder equiparar las ofertas que tenemos, es decir, que todas las compañías ofrezcan en mismo tipo de servicio, tanto en origen como en destino.
Te recomendamos averiguar si la empresa de mudanza puede organizar una visita a tu domicilio para chequear accesos y volumen de la mudanza internacional y de este modo, poder enviarte un presupuesto más detallado. Este paso no es de carácter obligatorio, pero si es recomendable si quieres conocer el presupuesto más exacto posible.
Asimismo, siempre se recomienda que el cliente contrate una póliza personalizada para su mudanza internacional. En el caso de los envíos transoceánicos se paga entre un 1.5% y un 2.5% del valor de su envío, generalmente con franquicias que rondan de los 300 € a los 600 €.
Por último, y si lo deseas, también tienes la posibilidad de contratar un seguro de mudanza con tu compañía de seguros.
¿Cómo prepararte para una mudanza compartida?
Si ya has evaluado esta alternativa grupal de mudanzas y piensas que es la más conveniente para ti, lo primero que debes hacer para prepárate es asegúrate de que tus cajas y enseres no vayan a ocupar toda o casi toda la capacidad de la caja de la furgoneta (unos veinte metros cúbicos o más) o del contenedor (20 pies, es decir, 32,6 metros cúbicos); ya que si ese fuera el caso, no habrá espacio en la caja para compartir con otros usuarios.
Una vez medido el espacio que necesites y asegurado que quede espacio para otra mudanza junto a la tuya, procede a empacar tus pertenencias de la manera en la que te preparas para una mudanza convencional.