Creo que casi cualquier persona querría vivir en una casa o piso moderno, amplio, bien decorado y con todas las comodidades posibles, eso es algo obvio, pero de un tiempo a esta parte parece que hay cierta tendencia, sobre todo por parte de las familias jóvenes, a intentar mudarse a casas de campo con amplio espacio exterior o, en su defecto, a apartamentos con buenas terrazas o jardines. Y es que cada vez prima más lo de fuera que lo que haya dentro de la vivienda.
Hay muchísimas empresas que han notado esta tendencia, desde diseñadores de jardines y decoradores de espacios hasta empresas de reformas y rehabilitación de edificios, pero también nos lo hacen saber empresas de mudanzas que notan cierta moda por alquilar o comprar en las afueras de las grandes ciudades. Servieco, empresa de mudanzas y guardamuebles en Barcelona, ya lleva tiempo notando cómo son cada vez más los jóvenes que solicitan mudanzas desde la zona central de la ciudad condal hacia las afueras, donde las viviendas son más rusticas pero también con más espacio exterior que en la gran ciudad.
Esto puede traducirse también en una posibilidad real para aquellos propietarios de casas de campo que ya no utilizan o que han heredado de familiares pues, si tanta importancia tiene el exterior ahora para algunos compradores, tal vez redecorando el jardín o el porche consigamos un efecto más positivo que reformando el interior de una casa de campo antigua.
Algunas ideas
Es curioso, pero mientras que algunos compradores, probablemente los más cómodos, prefieren adquirir viviendas con porches o jardines amplios pero con poca naturaleza (es decir, cementados), otros lo que buscan es precisamente el suelo natural, la tierra. Esto es positivo en el sentido de que, tengas como tengas actualmente ese espacio exterior, puedes redecorarlo y esperar a que un perfil concreto busque lo que tú tienes. De modo contrario tendrías que adaptarte a la tendencia generalizada y eso podría traerte algún quebradero de cabeza y, por supuesto, más gasto.
Si tu suelo está cementado, o tienes una terraza de adoquines o cerámica el tipo de redecoración que podemos hacer es variado. Podemos tender hacia lo rústico, si es lo que queremos, pero también hacia la elegancia. Por ejemplo, si optamos por fabricar nuestros propios muebles con palets, podemos dejarlos del tono natural y colocar cojines hechos por nosotros mismos con ganchillo, telas de colores y demás ideas que podamos tener, o bien podemos pintar los palets de negro, o blanco, o un color neutro y utilizar cojines comprados en tonos similares que den una sensación de elegancia que con el otro diseño no tenemos. Se trata de pensar en rústico, o en hippie por un lado, y por otro optar por crear un rincón de relax elegante para recibir a los invitados. Ambas opciones son válidas pero dadas las tendencias actuales yo optaría más por la primera, con colores claros eso sí.
Si tu suelo es de tierra no te queda más remedio que buscar una decoración rústica o tipo chill out pues, de cualquier otro modo, no pegaría demasiado. También debemos tener en cuenta que aunque no reformemos el interior de la vivienda deberemos estar en sintonía con ella, por lo que pensar en algo muy moderno de líneas rectas en una casa de campo donde predomina lo tradicional sería un error garrafal.
Además, si tienes espacio, podemos crear estanques, caminos de piedra, zonas de lectura e incluso zonas zen. Todo depende de la imaginación que tengas y de tiempo que estés dispuesto a invertir.
Si buscamos crear jardines modernos la cosa se complica un poco, pues aquí el DIY nos deja poco margen, pero aun así algo se puede hacer. Si eres algo mañoso o mañosa, puedes crear terrazas de madera, aunque no sean reales, sino de vinilo, siempre y cuando tu suelo esté asfaltado ya que el vinilo no pegará jamás sobre la tierra. Si tienes esta opción, podemos crear una terraza muy moderna y “cuca” con cuatro adornos, pues ya ese suelo nos ofrece un acabado especial al lugar.
También es interesante pensar en la intimidad de los posibles compradores, pues a todos les gusta tener un espacio privado al aire libre lejos de miradas de vecinos y curiosos. Para crear ese espacio podemos instalar una valla de caña, muy económica en grandes superficies como Leroy Merlín y similares, y añadir plantas de plástico tipo enredadera en ella para conseguir esa privacidad que buscamos. Algo más caro sería instalar vegetación natural o una cerca de madera, pero si creemos que podemos recuperar el dinero también podría ser una buena opción.
Y por supuesto, hagas lo que hagas, asegúrate que merece la pena consultándolo con un tasador profesional, de lo contrario es posible que acabes perdiendo tiempo y dinero.