Cuando tenemos que hacer una mudanzadel jardín o del resto de la casa nos encontramos ante un trabajo que suele generar bastante fastidio, pues al final es nuestra vida o negocio la que se tiene que trasladar a otro sitio. Además, no olvidemos que en muchos casos las mudanzas suelen producir normalmente una serie de miedos en el caso de que encarguemos el transporte a una empresa, pues podemos pensar en si se va a perder algo o si tardarán más tiempo del debido.
Son preguntas totalmente lógicas, además hay otros aspectos como las reclamaciones a las empresas de mudanzas por los daños que puedan suceder. De la misma forma, hay que pensar en lo que tenemos en mente cuando hay que elegir y proceder a la firma del contrato con una u otra empresa.
Contratación de un servicio de mudanzas
Cuando se habla de las mudanzas, hay que tener claro que es un contrato en el que un porteador tiene una obligación con el cargador, todo ello mediante un intercambio de precio, trasladando las mercancías de un sitio a otro y poniéndolas a disposición de la persona que quede designada en el contrato.
Cuando se habla de cargador, se entiende, como dicen los expertos legales de Trámites Santander es el que se dedica a contratar los servicios de transporte. Cuando hablemos del porteador va a ser el que asuma la responsabilidad de los daños en la mudanza cuando se haga esta clase de transporte.
En los casos donde por un motivo u otro la responsabilidad que se pacte en el contrato no se cumple, hay que tener en cuenta que la ley está para cumplirse y que tenemos unos derechos.
Daños, pérdidas o retrasos que se produzcan con la mudanza
Hemos dicho ya que hay algunos imprevistos que aparecen con las mudanzas, aunque en todos ellos puede haber una serie de consecuencias que pueden ser muy negativas para el cargador, pues tienen que tener una serie de características y efectos diferenciados
Daños (roturas y pequeños desperfectos).
Otras veces, cuando se embalan las diferentes pertenencias del cargador, no suele hacerse de la mejor forma. En este sentido se pueden llegar a generar una serie de daños que pueden ser totales o leves.
Entre las formas que más se recomiendan a la hora de actuar por la persona afectada es que desde comienza la mudanza, hay que decir a los profesionales que hay una serie de objetos que son bastante frágiles, donde deberás tener algunas fotos de cómo se encontraban estos objetos antes de comenzar la mudanza y comprobar cómo han quedado una vez sean recibidos. Si suceden daños en la mudanza, no olvidemos que va a poder ser reclamado a la empresa transportista, que es la que se hará cargo de todo.
Por parte de la empresa, se deberá proponer a los afectados una compensación por daños o su reparación. Aunque esto pueda ir variando dependiendo de lo que coste la reparación o el valor que tenga el bien, ya que el seguro de la empresa tiene que calcular la indemnización que deberá aportarse.
Pérdidas
Una de los casos que se pueden dar, es que se pierdan los objetos, en especial cuando el transporte pasa a alargarse durante una serie de días.
En ocasiones, lo que ocurre es que las empresas que se dedican a las mudanzas pasan a guardar los distintos objetos en los almacenes con las pertenencias de otros clientes, lo que hace que las probabilidades de que se extravíe o haya confusión pasen a ser toda una realidad. Pensemos que se puede producir que en el mismo viaje llegue a realizarse más de una mudanza.
Aquí, lo mismo que cuando hay daños, es bastante importante que haya una notificación de las incidencias lo más veloz que se pueda de cara a realizar una reclamación. Lo que está claro es que la empresa tiene que localizar dónde se encuentran los objetos perdidos y si no se encuentran, habrá que realizar una compensación a los clientes de cara a notificarlo al seguro.
Retrasos en la recogida o en la entrega de las pertenencias.
Cuando hay problemas con aspectos como los plazos o las horas que se hayan fijado para los transportes, no olvidemos que hay que pensar en que puede haber algunas responsabilidades por parte de la empresa de mudanzas que no sean responsabilidad suya, tales como el tráfico en la carretera o que se averíe el vehículo.
Siempre es algo a recomendar en el que en el contrato que se redacte alguna cláusula donde esté plasmada la compensación que podría recibir el cargador si se producen retrasos en la entrada o recogida.