El jardín puede eser el espacio más bonito y agradable de nuestra casa.

Nuestro hogar es y siempre será nuestro espacio preferido para pasar el tiempo y el sitio donde mejor descansamos, pues allí nos sentimos acogidos y refugiados. Sin embargo, aquellas personas amantes de la naturaleza y que aprecian los beneficios de estar rodeadas de la misma, prefieren un hogar en cuyas inmediaciones posea un jardín a donde acudir cuando desean conectar con su parte más natural. Es por esto que los cuidados del jardín se hacen igual de indispensables que los del interior de la casa, pues muchas veces es el lugar predilecto para pasar el tiempo, descansar o estar en compañía de la familia y amigos.

El jardín no es un lugar en el que se pueda habitar, pues es un espacio para pasar un tiempo más o menos prolongado pero siempre sabiendo que tarde o temprano debemos regresar al interior de nuestra vivienda, el lugar que nos ofrece esa seguridad y recogimiento que tanto nos reconforta de nuestro hogar. Sin embargo, el jardín es también un espacio que nos aporta siempre paz y tranquilidad, y la sensación de que el tiempo se detiene para apartarnos de la rutina y sumergirnos en un lugar siempre apacible en el que relajarnos, y es por esto que decimos que quien tiene un jardín tiene también un pequeño paraíso en su propia casa. No debemos, por lo tanto, descuidar este espacio, bien al contrario, percatarnos de nuestro privilegio y cuidar el entorno, añadiendo los detalles en la decoración, la vegetación y los muebles que mejor se adapten a nuestros gustos y necesidades, y que nos inviten a pasar un tiempo de calidad en nuestro espacio ajardinado.

Algunos elementos que habremos de cuidar, en primer lugar, es el suelo de nuestro jardín. En el caso de que se trate de césped, debemos recortarlo con cierta frecuencia para evitar que quede desigual y nazcan malas hierbas. La vegetación que incluya nuestro jardín, como arbustos, árboles más o menos grandes o flores, serán cuidadas de manera personalizada atendiendo a sus necesidades como la luz o el riego. En cuanto a esto último, regaremos la vegetación con frecuencia atendiendo al clima y a las necesidades propias de la vegetación incorporada a este espacio. Una vez que las plantas, el césped y las flores de nuestro jardín estén bien cuidadas y tengan buen aspecto, nos preocuparemos por la decoración que deseamos incorporar a este lugar. En primer lugar, los muebles de jardín, cuyo conjunto debería incluir hamacas, un sofá o algunos sillones que inviten al descanso y cuyos asientos podamos ofrecer a nuestros invitados. También deberíamos añadir una mesa pequeña si no solemos celebrar comidas en el exterior y tan sólo meriendas o aperitivos o, de lo contrario, una mesa grande con sillas para atender a nuestra familia o invitados. Sean cuales sean los muebles que escojamos, deberán permanecer siempre limpios y secos, por lo que nos preocuparemos por cubrirlos o guardarlos en alguna estancia de la casa durante los días de lluvia o nieve para evitar que se estropeen. En cuanto a los elementos decorativos, la propia vegetación con sus árboles y flores aportarán belleza al entorno y serán la decoración perfecta si no buscamos recargar mucho el espacio de nuestro jardín. A pesar de esto, creo que existen dos elementos que, aunque sencillos, aportan mucho estilo y personalidad a nuestro jardín. Se trata de añadir un camino desde la entrada del jardín hacia la entrada de la vivienda o hacia la dirección que mejor nos parezca, pudiendo este camino resultar meramente decorativo, y también un sistema de iluminación adaptado a cada uso del jardín. 

Los elementos decorativos

En cuanto a la elaboración del camino, lo más recomendable para que se vea y destaque sobre el conjunto del espacio ajardinado, sería construirlo mediante tablas de pizarra pues, tal y como advierten los expertos en esta materia de la empresa Pizarras y derivados SL. este material, gracias a su color oscuro tan genuino y desigual, aporta elegancia y sencillez a la par que decora con buen gusto el suelo de nuestro jardín. La iluminación, por su parte, es esencial en nuestro jardín de la  misma manera que lo es en el resto de nuestra vivienda, además podemos jugar su intensidad para crear el ambiente que más nos guste para nuestro espacio ajardinado. Así, una luz más intensa servirá para aportar visibilidad en las puertas de acceso, y una luz más tenue podría iluminar a cada lado el camino que hemos trazado con la pizarra, la mesa con pequeñas lámparas que simulen la luz de las velas o guirnaldas con pequeñas bombillas para crear un ambiente más íntimo.

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