La depresión, la falta de motivación, el hastío o la apatía son males que nos acucian durante alguna etapa de nuestra vida. Todos hemos padecido momentos en los que nuestra vitalidad se resquebraja, nuestros sentidos de adormilan y sentimos un cansancio con nosotros mismos e incluso con quien nos rodea.
Como decía, todos estos síntomas son comunes en alguna de las etapas de nuestra existencia. Pero por ello no debemos desistir en nuestra personal lucha por combatirlos. Existen maneras de hacerlo y de evitar que nos bloqueen. Una de esas maneras es acudir al psicólogo. En contra de lo que cada vez menos gente opina, ir al psicólogo no tiene nada que ver con aquello que se conoce como “estar loco” o “ser débil”. De hecho, es una valiente forma de pelear por lo que queremos y por nuestra felicidad.
Sin embargo, tenemos que intentar estar en manos de los mejores profesionales. Un psicólogo puede ayudarnos a ahuyentar nuestras penas y calvarios, pero el mejor psicólogo hará eso y en él encontraremos toda la motivación que necesitamos para seguir adelante y dejar atrás las penas para convertirlas en alegrías. La necesidad de una buena terapia es muy alta para devolverle el color a nuestras vidas.
Creo que mi experiencia personal es un ejemplo de ello. Hace unos dos años perdí a mi mujer en un accidente de tráfico. Llevábamos apenas un año y medio casados, y no nos había dado tiempo ni a tener hijos ni a disfrutar de nuestra vida como marido y mujer. El golpe fue muy duro. Durísimo. Durante mucho tiempo pensé que sería imposible volver a recuperar mi carácter anterior. Y la verdad es que es totalmente imposible recuperarlo del todo a causa de sufrir un trauma tan espeluznante como aquel. Pero recuperar la sonrisa, la ilusión por hacer una vida normal y las ganas de vivir me ha sido posible.
Y me ha sido posible gracias a que me puse en las mejores manos. Por Internet vi que existía una página web, llamada www.terapiapsi.com, en la que podría encontrar a los mejores psicólogos para que atendieran mi caso y me dieran los mejores consejos para salir adelante y continuar mi vida con la máxima normalidad que me resultara posible. Poco a poco, lo fui consiguiendo.
Realizar algún hobby, fundamental
Los amantes de plantas y jardines que estáis leyendo este artículo en un blog como en el que nos encontramos os preguntaréis qué tiene que ver esta historia con la temática en la que estáis interesados. Pues lo cierto es que guarda una estrecha relación, porque una vez transcurridas un par de sesiones con los terapeutas de Terapiapsi me recomendaron que mantuviera la cabeza ocupada con la realización de algún hobby. Y una de mis grandes aficiones es el cuidado de las plantas.
En especial soy un gran aficionado a las plantas aromáticas, por lo que fue por este tipo por el que me interesé en mayor medida. Con el paso de las semanas y los meses convertí mi patio en un buen museo de plantas de este estilo como lo son los laureles, las gardenias o las celindas. Tener una afición como esta me ha mantenido ocupado y por ende he conseguido sacar de mi cabeza muchos de los malos pensamientos y aspectos negativos que la copaban con anterioridad.
Es verdad que el recuerdo de mi mujer y de su pronto fallecimiento sigue muy presente en mí. Es algo evidente, se trata de una persona a la que he amado y a la que sería inhumano olvidar algún día. Pero he conseguido superar el trauma que supuso su muerte. Y lo he conseguido de la mano de un buen asesoramiento psicológico, una cuestión que sin duda es muy relevante a la hora de ordenar nuestras vidas y de mantenernos vivos, enérgicos y motivados.