¿Cómo cuidar los muebles de tu terraza en invierno?

Se ha acabado la temporada de sol y buen clima y los que tienen terraza en casa se prepararán para sellarla hasta que de nuevo llegue el verano y sus risas y disfrute bajo el sol.

Pero, mientras hay estas personas que bajan las persianas de su terraza cuando lo hacen las temperaturas, otros buscan la forma de no tener renunciar a ese bienestar y relajación que nos brinda este espacio de la casa. Sobre todo ahora que después de haber pasado por una pandemia que nos encerró en cuarentena, hemos aprendido a apreciar los espacios de esparcimiento y al aire libre que nos permita nuestro hogar.  

Así, si procuramos decorarla con los muebles correcto y hacemos un buen mantenimiento de estos, cuidaremos y mimaremos este espacio de nuestra casa e incluso podamos llenarlo de momentos en familia y con amigos incluso cuando la temperatura baja. Sigue leyendo que nuestros amigos expertos en decoración de Muebles Europa Confort nos explican cómo.

Como decorar tu terraza para que siga funcional durante el invierno

  • Abriga la terraza

Para que una terraza se pueda disfrutar sin importar la temporada del año que sea, hay que vestirla para la ocasión. Escoge tejidos fuertes, gruesos y abrigados como el fieltro, la lana, pelo, cuero, algodón… Además de cojines y mantas y plaids que hagan que se vea más calentita.

Si tienes la posibilidad, sería muy interesante instalar una chimenea de exterior. Según los profesionales de Ambifuego, fabricante de chimeneas de leña, instalar una chimenea de exterior (dependiendo del tipo y material inflamable que lijas) podría costarte alrededor de 700 euros.

  • Decora con muebles de madera

Los muebles que mejor funcionan en una terraza de invierno son los de madera, porque ese toque natural y cálido es inherente a ella.

No obstante, si tus butacas o tumbonas ya son de otro acabado, aún puedes cubrirlas con alfombras pequeñas de pelo o mantas gruesas de ochos.

  • Añade el calor del fuego

Otra de las claves para disfrutar de la terraza en invierno es contar con una fuente de calor. Puede ser un brasero o una estufa de exterior. Los primeros funcionan con leña y las segundas con gas. Eso si, deben usarse solo en terrazas abiertas.

  • Usa otros elementos que traen el fuego a la terraza

En caso que no puedas colocar una chimenea, hay otros elementos que aunque no calientan igual, pueden dar un poco de calor al lugar. Un ejemplo son las velas, las cuales ayudan a que la sensación en la terraza sea más cálida. Incluso, puedes ponerlas en farolillos, para proteger la llama del viento y poder encenderlas aunque sea de día.

  • Con un rinconcito al aire libre basta

A veces no es necesario montar un espacio completo al aire libre para disfrutar del sol del invierno, sino que con un rincón para sentarse a dejar que la vitamina D nos pegue un poco basta.

  • Apela a elementos aislantes

Si la terraza no cuenta con un cerramiento, puedes jugar con celosías que hagan de pantalla para que quiten frío y viento, o también puedes usar las plantas, que además de servir de aislantes, conceden privacidad.

  • Redistribuye la terraza

Para mantener tu terraza durante el invierno puedes necesitar hacer un replanteamiento de la distribución para aprovechar mejor el sol.

Estudia el punto más soleado según orientación y redistribuye el mobiliario para aprovechar ese espacio al aire libre, evitando los espacios en sombra.

  • Equipa la terraza para el frío

Aplica a tu terraza el credo nórdico de aprovechar hasta el último rayo de sol: maderas naturales, tratadas para exterior, pieles o mantas de lana para taparte y muebles tan cómodos que inviten a pasar horas bajo el no tan frío sol de invierno.

  • Resguárdate bajo un tejadillo

Para sacarle partido a la fuente de calor que hayas añadido a tu terraza tienes dos opciones: o bien te haces una terraza o porche semicerrado de forma que estos meses haga las veces de salón; o bien te haces con las chimeneas de exterior. Ten en cuenta que los porches que cubren el espacio resguardan tanto del frío en invierno como del calor en verano.

  • No dejes por fuera las tumbonas con mantas

Con unas tumbonas de exterior, un buen montón de mantas térmicas y una taza de té, nadie podrá moverte de tu terraza, no importa cuanto frio haga. Incluso, las mismas tumbonas que te hacen feliz en verano (preferiblemente plegables por si las quieres apartar) las puedes recubrir de textiles más de temporada, como la lana o la felpa para convertirlas en el refugio perfecto durante el invierno.

  • Conoce la orientación del espacio

En cuestiones domésticas la ubicación lo es todo. Una casa bien orientada puede tener un gasto energético de un 70% menos que el de la misma casa mal enfocada. Por ejemplo, en España, las orientaciones ideales son Sur y Este, porque son las que más horas aprovechan el sol durante todo el año.

Por esto, si puedes, cuando proyectes la distribución de tu vivienda deja que la terraza apunte al astro rey. O mejor aún, aprovecha dos vertientes de la casa: cuando el sol vaya abandonando una, le esperarás en la otra.

  • Vigila la iluminación

Juega con la luz para que la terraza se vea bonita en invierno. Si es verdad que seguramente la usarás más en las horas con sol para que haya un poco de calor, pero es bonito ver la terraza con iluminación desde el interior de la casa.

Deja guirnaldas de exterior escondidas y salpicadas por las enredaderas y alrededor de la mesa, las cuales pueden ser programables o que se controlan con mando a distancia para que no tengas que salir a encender y apagar.

Sin contar que darán un poco más de calor si decides disfrutar de una reunión en terraza por la noche.

  • Decora según la temporada

Una forma de hacer más disfrutable tu terraza durante el invierno es decorarla según las fiestas de la temporada para que invite al disfrute del espacio. Por ejemplo, si amas la Navidad, empieza por decorar la terraza.

Pon detalles sutiles como el muérdago o las guirnaldas de luces. Juega con abetos, con tonos rojos y blancos… Luego, aplica lo mismo con otros eventos como esos cumpleaños en época invernal, celebraciones familiares, etc.

¿Cómo hacer que tus muebles sobrevivan al invierno?

Ya sabemos como decorar la terraza, ahora hay que aprender a cuidar el mobiliario durante la temporada, para que las inclemencias del clima no dañen nuestros muebles y decoración.

La clave está en conseguir que las bajas temperaturas no sean un problema. Por ejemplo, lo principal es que si tenemos el presupuesto para hacerlo, coloquemos cerramiento de cristal y metal que se abran y se cierren con automatismos. O las cortinas de cristal que evitan perfilería para no tener sensación de estar encerrados.

También tienes a la mano, las opciones de reutilización y redecoración que te hemos dado en el apartado anterior en la que adaptas y transformas tu mobiliario de verano para ser funcional durante el invierno, por ejemplo, utilizando revestimientos de lana, entre otros. Sin embargo, si las alternativas de almacenaje y reutilización no son viables para ti, tienes que buscar cómo darle la mejor protección al mobiliario exterior. Y aquí habrá que tener en cuenta primero de qué tipo de muebles estamos hablando, esto es, de qué material están hechos.

Como ya lo dijimos, la madera es uno de los materiales favoritos y que viste a la perfección cualquier espacio. No obstante, también es la más sufrida y la que más cuidados requiere frente a las variaciones del clima, por lo que debemos cuidar protegerla y extender lo máximo posible su vida útil.

Lo más aconsejable antes de tapar los muebles de madera, es lavar bien sus superficies con un trapo o esponja húmeda y jabón, para luego, cuando ya estén secos, tratarlos con un aceite especial para este fin o un barniz protector -los hay incluso con fungicida para evitar la aparición de hongos-.

Este tipo de hidratación es fundamental para que resista mejor tanto a los efectos del frío como del calor. Lo mejor es que puedes encontrar opciones en el mercado diseñadas para casi todas las variedades de madera.

Una vez que tengamos todas las superficies bien hidratadas ya podemos enfundar los muebles de la terraza. Recuerda prestar atención no solo las que están más a la vista, sino también, por ejemplo, a las bases de las patas, que son las que más contacto con el agua tienen.

Para esto, podemos comprar una gran funda impermeable y apilarlos todos en un sitio bajo su manto, o hacerlo por partes, según los muebles y el espacio que tengamos. Todo dependerá de nuestro presupuesto y el mobiliario con el que contemos.

También hay que cuidar los detalles. Por ejemplo, aunque parezcan complementos menores, los cojines también tienen quedar resguardados. Si los dejamos al aire libre todo el invierno será difícil recuperarlos de la humedad absorbida por su material interior.

En este caso, de ser extraíbles, basta con encontrarles un sitio en algún armario. De lo contrario, habrá que cerciorarse de que queden bien tapados también por la funda impermeable. Finalmente, no está de más lavarlos antes con un paño húmedo y algún producto de limpieza adecuado para que no acumulen suciedad de una temporada a otra.

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