Cómo combatir la alopecia.

La alopecia representa un problema para muchos hombres. Existen multitud de trucos, métodos y tratamientos para frenarla y hasta para revertirla. Te comentamos algunos de ellos.

Como reconoce el periódico La Vanguardia, España es el país con más calvos del mundo. Un 44,5% de la población masculina mayor de 30 años sufre alopecia a un nivel. Detrás de nosotros encontramos países como Italia, Francia, Estados Unidos y Alemania.

Una de las principales causas de este fenómeno hay que encontrarla en los factores genéticos. En la propensión a producir en exceso dihidrotestosterona (D.H.T.), un subproducto de la testosterona que debilita los folículos capilares. Los varones caucásicos del sur y del centro de Europa tienen en mayor proporción esta anomalía genética. Si tienes un familiar predecesor que tenga calvicie, tienes muchas probabilidades de padecerla.

Pero los genes no son la única causa de la calvicie. También encontramos otros factores como la alimentación y el estilo de vida.

Una alimentación donde predomina la carne y los alimentos procesados, y donde se consumen pocos alimentos que nos aporten vitamina B12, vitamina D y minerales esenciales como zinc, hierro, cobre y magnesio, aceleran la caída del pelo.

También lo hace el estrés y la vida sedentaria. Tanto por un exceso de preocupaciones, como por una vida con poco ejercicio físico, el cuero cabelludo tiende a abrir los poros y desprenderse de buena parte del cabello.

Muchos son los remedios que se utilizan para frenar la caída del pelo. Estos son algunos de los más populares.

Remedios caseros.

La alopecia no es un fenómeno nuevo, es tan viejo como el hombre. Por esta razón, de manera empírica, el ser humano ha acumulado trucos para combatir este problema. La revista Salud y Medicina señala que estos son algunos de los más eficaces:

  • Masajes con aceites.

Practicar un masaje sobre el cuero cabelludo con unas gotas de aceite de oliva, de almendra o de romero, estimula el crecimiento del pelo. Es un masaje que debemos realizar con el pelo limpio y como si estuviéramos lavándolo con champú. Haciendo movimientos con las yemas de los dedos en sentido circular, para que el aceite penetre por los poros. Después del masaje no es necesario aclarar. Es importante no utilizar mucha cantidad de aceite ni hacerlo con mucha frecuencia. De lo contrario podríamos terminar teniendo un cabello graso. Con aplicarse el masaje cada dos o tres días es suficiente.

  • Frotar la cabeza con remolacha.

Aunque nos parezca extraño, la remolacha contiene proteínas, fósforo y potasio, que fortalecen el cabello y frenan su caída. Una forma de aplicarlo es cortar una remolacha por la mitad y frotarla en la cabeza.

Otro truco casero con remolacha es hervir las hojas de una remolacha en poca agua y mezclar el caldo resultante con henna o tinte natural. El líquido obtenido lo aplicaremos con un pincel para teñidos caseros.

Con cualquiera de los dos trucos, nos aclararemos el pelo a la media hora de la aplicación, con abundante agua, para que el cabello no se impregne del color morado de la remolacha.

  • Acondicionar el pelo con té verde.   

El té verde es una bebida rica en antioxidantes que fortalecen el cabello y evita su caída. Para este truco prepararemos una taza de té verde, igual que si fuéramos a bebernos la infusión. Dejaremos enfriar el té y cuando vayamos a lavarnos el pelo en la ducha, después de enjuagar el champú, verteremos el líquido sobre nuestra cabeza y lo utilizaremos como si fuera un acondicionador. Con aplicarlo dos veces por semana es suficiente.

  • Frotar una penca de aloe vera.

Se utiliza el aloe vera para tratar quemaduras y para cerrar cicatrices, por ese poder regenerador que tiene para la piel, pero también es bueno para el cabello, ya que le aporta mayor elasticidad, haciendo más difícil su rotura.

En este caso, frotaremos la penca cortada de aloe vera, por la parte por la que suelta la savia, por el cuero cabelludo;  dejaremos que se seque y enjuagaremos con abundante agua. Este es un tratamiento que podemos aplicarnos a diario.

Estos tratamientos funcionan. Quizás el mayor inconveniente que presentan es que no son de acción inmediata. Por lo que debemos ser constantes en su aplicación y armarnos de paciencia para ver los resultados.

Medicamentos.

Los laboratorios farmacéuticos y cosméticos no paran de crear productos que prometen frenar la caída del cabello y prevenir la calvicie. Algunos de ellos tienen una eficacia cuestionable. Mientras que otros cuentan con el respaldo de universidades que han hecho estudios sobre ellos.

La Universidad de Navarra, por ejemplo, opina que el Minidoxil es bastante eficaz para frenar la alopecia andrógina.

Este es un tipo de alopecia de origen genético, bastante frecuente en hombres. Se caracteriza porque produce una pérdida de pelo localizada. Principalmente en la zona frontal y parietal. Retrasando cada vez más la línea de nacimiento del pelo. Es lo que conocemos como las entradas. En muchos hombres también se manifiesta en el vértex del cráneo o coronilla.

El Minidoxil es un tónico capilar que se aplica directamente sobre la cabeza efectuando un ligero masaje. Otro medicamento que ha estudiado la Universidad de Navarra es el finasteride. Unas píldoras que se consumen por vía oral y que actúan como bloqueadores de los andrógenos, hormonas como la testosterona y el T.H.D. responsables en gran medida de la caída del cabello.

Para el consumo de estos medicamentos, y de otros que encontramos en el mercado, se recomienda hacerlo siempre bajo la supervisión de un dermatólogo o de un médico para evitar efectos secundarios no deseados.

Los implantes capilares.

El Doctor Daniel Piedras, cirujano capilar en la Clínica Kalón, una clínica de Alcalá de Guadaíra especializada en tratamientos capilares y en medicina estética, opina que el implante capilar es el tratamiento más efectivo para combatir la alopecia de una manera radical.

Los implantes capilares son un auto-implante. Es decir, el sujeto es al mismo tiempo donante y receptor, lo que asegura, en cierto modo, el éxito de la operación. Todo consiste en repoblar la zona de la calvicie con folículos extraídos de otra parte de la cabeza, donde el cabello es más abundante. Como puede ser la parte superior de la nuca.

Tras un meticuloso análisis del cuero cabelludo y de las causas de la alopecia, el cirujano extrae folículos de la zona seleccionada. La parte de la cabeza que se quiere repoblar se prepara haciendo unas pequeñas incisiones en la piel que será donde se colocarán los folículos capilares.

Posteriormente, se colocan los folículos uno a uno. Con la inclinación y en la dirección adecuada. Tras un periodo de recuperación, en la que los folículos se adaptan a su nueva ubicación, el cabello comienza a crecer de forma natural.

Con este procedimiento se consigue un aspecto rejuvenecedor. El paciente vuelve a lucir su pelo, como lo hacía años atrás, antes de que la alopecia comenzara. Por lo general, los folículos trasplantados no se suelen caer, pero debemos tener en cuenta que no es aplicable en todos los casos. Como por ejemplo las calvicies incipientes o las personas que no tienen zonas donantes suficientemente pobladas. Por lo que siempre hay que consultar al especialista antes de someterse al tratamiento.

Consejos para prevenir la calvicie.

Si bien hemos visto que la calvicie tiene un condicionante genético, hay una serie de acciones que podemos hacer para prevenirla o ralentizarla. La genética no es una maldición, sino una predisposición. Estas son algunas acciones que podemos hacer:

  • Usa champús suaves y específicos. Evita los productos agresivos. Algunos champús con cafeína, biotina o ketoconazol pueden ayudar a fortalecer el folículo capilar y evitar la caída del cabello.
  • Lleva un estilo de vida relajado. El estrés acelera la caída del cabello. Técnicas como el mindfulness o practicar ejercicio de manera regular reducen el estrés, lo cual, indirectamente, afectará a la salud de nuestro cabello.
  • Sigue una dieta equilibrada. Tomar alimentos ricos en hierro, como las lentejas o el hígado, en vitaminas del grupo B, como los mejillones, la ternera, el salmón, el atún, la caballa y los lácteos y proteínas, darán fuerza a nuestro cabello.
  • Evita los peinados tirantes y el calor excesivo. Hacerse coletas, o utilizar demasiado el secador o las planchas de calor para alisar el pelo, dañan los folículos capilares con el tiempo.
  • Evita el consumo de tabaco y de alcohol. Ambos hábitos reducen la oxigenación del cuero cabelludo y aceleran el envejecimiento celular.
  • Utiliza los tratamientos farmacológicos bajo control médico. Hemos visto en este artículo que existen fármacos eficaces, como el monixidil y el finasteride. Si te decides a utilizarlos, coméntaselo a tu médico y solicítale que te haga un seguimiento.
  • Evita lavarte el pelo todos los días. Lavarse el cabello todos los días no es necesario en la mayoría de los casos. Puede eliminar aceites naturales que protegen el cuero cabelludo y acelerar la caída del cabello.

Como ves, tienes diferentes recursos para frenar la alopecia o revertirla. Lo importante es informarse partiendo de tu caso particular y ser estricto en seguir el método que hayas elegido.

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