Una de las mayores pesadillas de un jardín son las plagas. Estas pueden tener una solución eficiente llamando a una empresa de control de plagas y desratización enAlmería. Pero este tipo de servicio es mejor reservarlo para ocasiones extremas.
Cuando se trata de alejar de nuestro jardín pequeños insectos indeseables, podemos hacernos cargo nosotros mismos con algunos remedios naturales.
Dentro del mundo vegetal existen plantas protectoras, hasta 350 tipos de especies, que son capaces de mantener a raya a los insectos del jardín. Las más populares son el romero, la lavanda, el apio o la caléndula, que actúan como repelente natural. Resulta muy ventajoso optar por esta alternativa, ya no contaminamos el ambiente con repelente y venenos, y además no requiere el exterminio de los animales que no deseamos. Al tener estas plantas en nuestro jardín, sencillamente se marcharán a otro sirio.
La albahaca es muy eficaz contra moscas y mosquitos y contra los insectos voladores en general. También resulta muy útil la citronela.
El olor del ciboullette aleja a los pulgones, así como la madreselva y la ortiga. La menta también suele ser eficaz.
Las hormigas (a veces también presentes en el interior de la casa y en la cocina) rehúyen de la lavanda.
Si además también tenemos huerto, los claveles de moro, las dalias y la salvia espantan a los gusanos, y las crisomelas al escarabajo.
Cultivos como la zanahoria estarán protegidos plantando romero, y además las liliáceas mantendrán alejadas a las moscas.
Los tulipanes, los narcisos y los jacintos evitan que los conejos dañen las coles, y las mantienen a salvo de la mariposa blanca con el tomillo.
Para las macetas, las hojas de nogal, las ramas de saúco y el ajenjo repelen a las moscas y a los mosquitos. Las hormigas no soportan el olor del limón, con lo que bastará con frotarlo por donde estas suelan pasar (por el tronco del árbol, por ejemplo), o plantar un diente de ajo, cuyo olor tampoco soportan.