Con el paso de los años, nuestro hogar siempre nos da cientos de dolores de cabeza y es que, junto con nuestro puesto de trabajo, es el lugar donde más horas pasamos. Esto se traduce en que los elementos, bien sea por antiguos, o por desgaste, comienzan a fallar y llega a un punto en el que no salimos de una avería para meternos ya en la siguiente. Una serie de faenas que, aunque al comienzo se tratan de manera aislada, lo cierto es que con el paso de los años se vuelven habituales. Es por ello por lo que todo en esta vida, nuestra casa también, tiene una vida útil.